Hacia el desarrollo sostenible de la nanotecnología

Escrito por Maria Chiara Bonazzi Aspden, Nanochannels EditCo.

Hay tantas posturas sobre la próxima revolución industrial de la nanotecnología como organizaciones no gubernamentales (ONG). Cada ONG ha desarrollado su propia postura sobre los posibles beneficios y riesgos para la salud y el medio ambiente de los nanomateriales y muy pocas de ellas se han aventurado a plantear interrogantes más amplios respecto al ámbito social y ético sobre la necesidad de evitar la denominada “nanoseparación” entre las nuevas y altamente sofisticadas patentes, que se producen en el norte de este planeta, y las necesidades de los países en desarrollo.
No obstante, un proyecto financiado por la CE, denominado NANOCAP (www.nanocap.eu), ha ido más allá. Se propuso reunir un selecto grupo europeo de cinco organizaciones no gubernamentales del medio ambiente – en particular, la Oficina Europea del Medio Ambiente (“European Environmental Bureau”), que congrega a más de 140 organizaciones miembro, además de la Oficina Mediterránea de Información para el Desarrollo del Medio Ambiente, la Cultura y el Desarrollo Sostenible (MIO-ECSDE), con más de 115 ONG miembro, que representan en conjunto a 15 millones de ciudadanos – cinco sindicatos donde destaca de forma prominente el Instituto Sindical Europeo (ETUI) y cinco universidades, de forma que pudieran profundizar en la comprensión de las nanotecnologías, adoptar sus propias posturas y llegar a algunas recomendaciones conjuntas. Todas ellas han trabajado activamente desde entonces aportando sus criterios en debates políticos cruciales sobre la normativa respecto a la nanotecnología.
Según estas organizaciones, la transparencia pública sobre la composición y seguridad de los nanoproductos es de suma importancia en esta etapa. Afirman que es imprescindible que la industria proporcione información sobre los riesgos a lo largo de toda la cadena de producción y que se haga cargo de la gestión del riesgo. Obviamente, el sector industrial y las ONG posiblemente tengan ideas diferentes acerca de cómo implementar el principio de prevención de riesgos sin dificultar la innovación tecnológica y el desarrollo empresarial.
“Entre otras muchas aplicaciones potenciales, los nanomateriales se consideran magníficos candidatos para la depuración del agua y para cuestiones de eficacia energética” afirma la Dra. Thomais Vlachogianni, responsable de programas de la MIO-ECSDE, la mayor federación de organizaciones no gubernamentales (ONG) de medio ambiente del Mediterráneo y socio en el proyecto NANOCAP. “Durante la última década, una gran parte de la investigación se ha centrado en este punto. Sin embargo, las excepcionales propiedades de los nanomateriales dificultan su estudio y los métodos normalizados para evaluar la sostenibilidad del medio ambiente muestran unos resultados limitados”.
Las ONG de la MIO-ECSDE, añade la Dra. Vlachogianni, creen que “habría que realizar a una evaluación exhaustiva de su viabilidad técnica, su rentabilidad económica real y su impacto en la salud humana y ambiental antes de que su aplicación se pueda considerar sostenible y segura. Mientras tanto, debe aplicarse el principio de prevención de riesgos como principio fundamental del desarrollo sostenible y responsable”.
Estas cuestiones reflejan las posturas de las ONG sobre la normativa de las nanotecnologías. Pongamos como ejemplo el caso del Código de Conducta: las ONG de NANOCAP y los sindicatos piensan que éste es una guía útil para el desarrollo responsable de las nanotecnologías. Sin embargo, todos piensan que este tipo de código de conducta, de carácter voluntario, no puede sustituir a la normativa vinculante, por lo que exigen un marco jurídico adecuado dentro del cual se gestionen los riesgos potenciales asociados a la nanotecnología, empezando por el etiquetado de los nanoproductos y sus ingredientes, además de por la definición de los límites de exposición a las nanopartículas en el ámbito laboral.
Una de las conclusiones conjuntas del proyecto NANOCAP es que se recomienda se notifiquen los productos que contienen nanopartículas y que se establezca la obligación para los empleadores de dejar registrado al personal que esté potencialmente expuesto a estos productos, durante el proceso de fabricación. De acuerdo con las ONG y los sindicatos del proyecto, la industria tendrá que desempeñar un papel importante a este respecto.
Ante esta clase de premisa, de gran trascendencia, gran parte de las ONG internacionales se han mostrado muy interesadas en los posiblemente inmensos beneficios de la nanotecnología en el medio ambiente. Una de sus áreas principales de interés es la depuración del agua a través de dispositivos de filtración, como por ejemplo los filtros nanoporosos y los materiales membranosos para eliminar contaminantes, además de para su utilización en equipos de desalinización. Esto podría tener una crucial relevancia entre otras, para la región del Mediterráneo. “Los procesos membranosos mejorados son un elemento clave para las tecnologías avanzadas de depuración y desalinización del agua” – afirma la Dra. Vlachogianni -. Es posible que la aplicación de nanomateriales como nanotubos y nanopartículas de carbono ofrezca la posibilidad de conducirnos a procesos de filtración de agua más eficientes, efectivos, duraderos y asequibles”.
Sin embargo, la Dra. Añade que, “al igual que en el caso de otras muchas tecnologías, el empleo de nanotecnologías en la depuración del agua conlleva riesgos considerables. Los principios científicos que hay detrás de su aplicación definitiva, el comportamiento del ciclo de vida y los procesos de transformación química deben quedar perfectamente claros antes de empezar a utilizarlas”.
Para obtener más información sobre MIO-ECSDE consulte el siguiente enlace: http://www.mio-ecsde.org/_uploaded_files/nanovirtualium
 

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